LA ACTITUD DE LOS PROFESORES
HACIA LA NEUROCIENCIA
Los profesores tratan de cambiar el cerebro humano cada día, y
que mejor que hacerlo con la base de nuestro conocimiento en la neurociencia;
como sabemos que esta se encarga del
estudio interdisciplinario del cerebro. Se puede hacer ciertas modificaciones
en su ámbito de estudios, estructura cognitiva, etc de los alumnos; para poder
captar mejor su atención y así poder lograr que capten lo que se les brinda,
logrando así una mejor enseñanza y
aprendizaje.

Así como por ejemplo experiencias fuera de la escuela y el
uso de objetos reales dentro de ella
estimulan al cerebro. En un caso muy particular un profesor de matemática que
desea dictar un tema de sistema internacional de medidas, puede iniciar su clase en el patio y no en el
salón, rompiendo así el esquema de la monotonía y volviendo aplicable a la vida
diaria los conocimientos que desea dar, generándoles problemas en las cuales
los alumnos puedan ir descubriendo las soluciones y a la vez, ver que estas son
aplicables a la realidad (en este pequeño ejemplo, incluso podemos apreciar el
aprendizaje por descubrimiento y el significativo). Estas teorías se basan de
cierta manera en el proceso que va realizando el cerebro.
Mientras
más se sepa de cómo el educando aprende, más exitoso puede ser este; la
neurociencia nos da las herramientas
necesarias para poder ver cómo es que se va desarrollando este proceso,
y como podemos ayudarlos a que nuestros alumnados puedan adquirir más
conocimientos que puedan serles útiles para ellos mismos. Conocer mejor a los
alumnos posibilita identificar lo que es
significativo para ellos.
Los docentes deben propiciar un clima psico-afectivo
agradable, armónico y emocionalmente cálido que haga propicia una efectiva
interacción. Esto justificado en el Cerebro
Triuno, en el cual viendo que funciones tiene cada cerebro, podremos reforzar
algunas de ellas para una mejor educación.
Gracias
a la neurociencia podemos ser consientes que es de suma importancia brindarles
el mayor tipo de conocimientos y de la manera más adecuada en la segunda etapa
de desarrollo del aprendizaje (0-6 años aproximadamente), ya que en esta etapa se una gran capacidad de aprender; los
niños poseen tal grado de genialidad neurofisiológica eléctrica en sus cerebros
que prácticamente son capaces de aprenderlo todo en estos años.
Sylwester (1995), afirma que si queremos hacer de la docencia
una profesión creativa, optimista y estimulante, tenemos que descubrir nuevas
maneras de pensar, sentir y actuar, sobre lo que es la educación formal y lo
que puede ser.
Creo que esta frase resume la importancia del conocimiento que
debe tener el docente en la neurociencia, para poder así cambiar y mejorar de
alguna manera nuestra educación. El presente tema no debe de ser ajeno hacia el
docente y aplicar las distintas terapias que recomiendan como: gimnasia
cerebral, calistenia mental,
manipulación energética, programación neurolingüística.
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