jueves, 3 de diciembre de 2015

PENSAMIENTO DE PAULO FREIRE 

LA EDUCACIÓN 

La educación verdadera para Paulo Freire es la praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo. El esfuerzo totalizador de la praxis humana busca, en la interioridad de esta, retotalizarse como práctica de la libertad.
Necesitamos una educación que fortalezca la capacidad de la gente de intervenir en la gestión de su propio desarrollo. Esta propuesta debe entenderse como un proceso de búsqueda de alternativas a la crisis de un sistema educativo que no tiene capacidad para responder con la calidad y evolución necesaria a sus actuales y futuros educandos y que tampoco posee capacidad inclusiva para lograr sumar a segmentos de la población que quedan al margen de la instrucción, en muchos casos permanentemente. (Salinas, 1998, p.77)
Dentro de la sociedad existe diferencias de clases, estos grupos son la clase dominante y la clase oprimida; la educación como práctica de la libertad que nos plantea Freire, postula necesariamente una pedagogía del oprimido; no pedagogía para él, sino de él. El despertar del los oprimidos, es decir,  su toma de conciencia, su reflexión, sus posturas críticas; es lo que lo llevará al oprimido a poder lograr una verdadera liberación. Una nueva pedagogía enraizada en la vida de esas subculturas marginadas por la sociedad dominante que harán sentir su presencia. Los marginados no son más que hombres oprimidos en el interior de una cultura injusta, que deben luchar por su liberación.
La educación de jóvenes y adultos es una modalidad educativa cuyo objetivo central está destinado a la modificación y humanización de la vida de los sectores más vulnerables de la sociedad, que son consecuencia de la marginalidad y las desigualdades socioeconómicas constituyendo círculos de pobreza o múltiples pobrezas. Es decir, la intencionalidad educativa de esta modalidad, centrada en el carácter de lo popular, es superar el círculo vicioso de la pobreza para romper la transmisión intergenaracional. (Soriano, 2009, p. 128)
Freire busca una educación humanística, en la cual no solo sea prioridad  el dictar contenidos, sino que él busca que se tome encuentra todo lo que puede rodear a un educando, también sugiere que como persona se respete los saberes y conocimientos que este traiga consigo y que no se le trate de alienar. También resalta la importancia de que todo individuo se desarrolla en un contexto histórico social, por tanto no se puede ignorar esta pieza fundamental dentro del proceso educativo. A lo cual convoca que se establezca un dialogo entre educadores y población para poder definir los objetivos educativos, dentro de una realidad. Según Freire es el diálogo entre los agentes educativos quienes darán paso a una verdadera educación sin ignorar su realidad.

EN CONTRA DE LA EDUCACIÓN "BANCANRIA"

La propuesta educativa de Freire es una radical crítica de la educación tradicional, que la califica de “bancaria” y “domesticas”;  refiriéndose a que la educación tradicional solo se encarga y limita a la repartición de conocimiento, toma al alumno como un mero receptáculo y no cumple la esencia de la educación que es la praxis liberadora; por lo contrario se encarga de limitar al educando y a la vez amoldarlo a un tipo de pensamiento que es liderado por parte de la clase dominante, dando lugar a la domesticación de pensamientos de la clase popular para su fácil manejo de estas personas, sin importar y dejar de lado la praxis educativa y su fin teleológico de la educación.
La educación bancaria solo busca la pasividad de quienes reciben este tipo de educación; en otras palabras se puede aseverar que: el educador es siempre el que educa; el educando, el que es educado. El educador es quien sabe; el educando, quienes no saben. El educador es el que piensa, el sujeto del proceso; los educandos son los objetos pensados. El educador es quien habla; los educandos quienes escuchan dócilmente. El educador es quien disciplina; los educandos los disciplinados. El educador es quien opta y prescribe su opinión; los educandos quienes siguen la prescripción.

LA EDUCACIÓN PROBLEMATIZADORA

Para Freire la educación problematizadora es aquella que niega el sistema unidireccional (educación tradicional), esta educación consiste en que los educandos son capaces de problematizar su realidad, son capaces de mirar críticamente el mundo, de hacerle preguntas, de buscar caminos para hallar respuestas; esto mediante la existencia de una comunicación de ida y vuelta.
El destino de hombres y mujeres es obra colectiva y no tarea ni responsabilidad de los docentes. Esto implica un Estado comprometido, con definiciones humanas en el proyecto educativo y un contrato social para su puesta en marcha. Así,  podemos pensar en prácticas de carácter humanizante. (Soriano, 2009)
Así mismo se afirma que este tipo de educación elimina la contradicción existente entre los educadores y educandos; pretendiendo constituirse en una educación liberadora, una educación que ayude al sujeto  a pensar por sí mismo, a tener una postura autónoma frente a la vida, al creer en la importancia de la comunicación con otros, el diálogo. Pero para que se pueda dar todo este proceso se necesita de concientización, el cual implica el reconocimiento crítico de sí mismo, de las cosas y del mundo, buscando una actitud crítica de la liberación.
Para Freire el eje principal de la educación liberadora es el diálogo, dado que a partir de esta se puede llegar a un consenso de qué temas pueden ser tratados en el proceso educativo. Si bien lo que se busca es la praxis liberadora, esta se logrará dar mediante la participación de la comunidad; es decir si nos dirigimos hacia alguien debemos de tomar en cuenta el entorno, la cultura y su realidad para poder empezar una adecuada formación educativa, y la única forma de tomar en cuenta estos puntos es teniendo un diálogo con la comunidad. Esto posibilita la participación de la población popular en lo que llamamos la pedagogía del oprimido; es decir, esto saldrá a partir de la misma población, reconociendo su realidad y tomando conciencia de que desean transformarla y de la cual son partícipes para lograr su liberación, son ellos quienes juntos lograran un cambio mediante la solidaridad.
Es así que durante la aplicación de toda la programación se busca un diálogo entre las dos visiones del mundo que son fundamentales: la de la comunidad y la del grupo de educadores de la escuela. No es más que el establecimiento de situaciones límites que, según Freire, para convertirse en objeto de trabajo pedagógico deben ser susceptibles de contraposición a través de la composición crítica del colectivo de educadores sobre la misma realidad, y del análisis de tales situaciones, con el fin de encontrar soluciones hasta entonces desapercibidas por la comunidad.
Una propuesta educativa que pretenda resaltar los significados de los contenidos, de acuerdo con las situaciones analizadas, debe partir necesariamente de la comprensión que tienen los individuos sobre las relaciones que establecen con la experiencia real, vivida en las más diversas circunstancias. Se sugiere, por tanto, un estudio de la realidad en que los educandos conviven en un diálogo con la visión de los educadores. (Araujo, 2004, p.32)
De esta manera la elección de los temas a tratar se basa en la discusión de las posibles situaciones significativas que deben tener en cuenta los siguientes aspectos: las posibles explicaciones que le da la comunidad a dichas situaciones significativas; el entendimiento de parte de los educadores sobres las mismas situaciones dadas, el análisis y las relaciones por parte de los educadores(as); por último los temas deben de reflejar la realidad de su estructura social. Es decir, se parte de la microestructura para la representación de la macroestructura social, buscando las relaciones sociales y las conexiones entre ambas. (Araujo, 2004). Los conocimientos. Metodológicamente organizados, concretaran en el aula la vivencia de un diálogo liberador entre educadores y educandos, ya no oprimidos, sino sujetos históricos en camino hacia la liberación.
Las dimensiones que se deben tomar en cuenta para una verdadera educación según Freire son:
  • Dimensión sociopolítica: en esta dimensión se resalta la importancia de la visión realista de una sociedad  que debe poner énfasis de los desequilibrios y diferencias sociales y económica de la cuál es participe para emprender una transformación social asociada al crecimiento de la capacidad de los sectores populares de participar realmente en las decisiones que afectan su vida cotidiana; haciéndose participe de su praxis educativa logrando un camino hacia la libertad. 
  • Dimensión popular: son las acciones de los sujetos pertenecientes a esta clase popular, de quienes deben salir estas distintas propuestas para la liberación de la clase dominante, es aquí donde estos sujetos buscan y luchan por sus objetivos. Se busca que se logre la construcción de una nueva política social. 
  • Dimensión cognitiva: en cuanto a los procesos de la educación popular debe de estar guiada de un vasto de conocimientos que resulten significativos para quienes van dirigidos, es decir se pueda trabajar contenidos necesarios y fundamentales basados en la realidad de dichas clases populares. Se busca generar un conocimiento colectivo de una realidad cotidiana.
  • Aspecto metodológico: esta modalidad educativa parte de la descripción de las situaciones problemáticas de los sujetos de la acción educativa; busca la causa y consecuencias y la determinación de fines y medios para la acción mediante una construcción colectiva del conocimiento en la interrelación dialéctico entre el sentido común y el conocimiento científico.
Dado que la educación no es un proceso pasivo, Freire recalca la importancia de la educación liberadora, haciendo mención que depende tanto de los educadores y educandos, la importancia de los contenidos a tener en cuenta durante este proceso y sobre todo que no olvidemos el proceso de humanización de las personas.
La propuesta educativa para Freire es trabajar en forma incansable para la buena calidad de la enseñanza, es el esfuerzo por mejorar los índices de aprobación mediante un riguroso trabajo docente, personalizado, con vocación. La educación adquiere una connotación humana, cuyos objetivos están centrados en el conocimiento de la realidad en la que está sumergido el educando, los contenidos educativos se convierten en instrumentos para formar, fortalecer y promover las competencias adquiridas y por adquirir. (Soriano, 2009, p.132)

REFERENCIA

Araujo Frare Ana Manu. La pedagogía de la liberación en Paulo Freire, Editorial Graó. Barcelona.

Freire Paulo. La educación como práctica de la libertad, 2007. Editorial siglo XXI , Montevideo.

Freire Paulo. Pedagogía de la indignación, 2001. Editorial Morata. Madrid

Freire Paulo. Pedagogía del oprimido, 2005. Editorial siglo XXI.  Mexico.


Pizano Chavez Guillermina. Corrientes pedagógicas contemporáneas, 2003. Editorial cepredim-UNMSM. Lima

No hay comentarios.:

Publicar un comentario